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Magic Life..

Magic Life..
Majito Ló

viernes, 29 de abril de 2011

Claro de Luna.



“Suavizan las notas,
al compas de las melodías;
distrayendo los sentidos
de la gente enardecida.

Obligando a los afligidos
entender su canción
que canta a la luna
y alegra el corazón.

Tentando a la suerte
sollozar al  tocar el piano,
sin ruido ni prejuicio
suena la melodía al claro.

Donde se encuentran las golondrinas,
y las notas continuarán,
formando en el abismo
un sonido singular.

Un tranquilo despertar
que amena la conciencia;
aumenta los sentidos
y comprende que ya no hay guerras.

Es una melodía de la vida
que se baila día a día;
con soltura en volteretas,
que a lo lejos forma hermosas siluetas,
y se baila con locura alguna
como es el ‘Claro de Luna’” María José López Muñoz

lunes, 25 de abril de 2011

Hoy partió.

"Hoy las estrellas no puedo ver,
hoy mis sentidos se hicieron entender,
que solo puedo decir que desde hoy ya no te extrañaré,
y puedo decir que desde hoy tú cariño ya no querre.


Hoy comprendí que te alejaste,
te alejaste de mí;
y me abandonaste,
me abandonaste sin sentir,
el daño que me hiciste con tú partir.


Hoy imagino tú vida lejos de mí,
callando la ironía de cómo fue nuestro vivir;
pero hoy amedranto cuanto te extraño,
y ruego que no me hagas más daño.


Siento que tú corazón no me perteneció,
siento que tú amistad desde un inicio, se esfumó,
¡Si! se esfumó;
como la llama al apagarse con el agua;
hoy comprendo que esto significó para ti, nada.


Pero hoy las estrellas no puedo ver,
Porque hoy mis sentidos se hicieron entender;
y solo puedo decir que desde hoy ya no te extrañaré,
y puedo decir que hoy tú cariño nunca más comprenderé." María José López Muñoz

domingo, 24 de abril de 2011

Caminante errante.


"Caminó errante el caminante,
ante una calle interrogante;
y el caminante miraba
sin contestar nada a la calle inanimada.

Caminó errante el caminante,
sin pedir consuelo reconfortante,
ante las calles que yacen incompletas,
con olvido sabor a tinieblas.

Y continuó sin previo aviso,
rogando por vuestros derechos,
más, el gobierno olvido sus pedidos
y lo dejo errante, entre desechos.
Siguió, caminando
recorriendo plazoletas y madrigueras,
observando como en la oscuridad
la gente sonríe entre sus miserias.

Acertando que de ese modo se vive conforme,
dejando al gobierno seguir con su informe
de ayudar a crear un país en disfunción;
mientras, el pueblo vive disfrazado,
y sollozando curan sus heridas sin algodón.

Ante aquel sonido del rondador,
desciende un terrible malestar;
que cala la ironía,
ante los ojos del caminante con su manía.

Y lamentan sobre el hecho de vivir infelices;
contagiándose de la corrupción,
y dando como prioridad,
el estar orgulloso ante esta falsedad.

Junto a la eterna he irrevocable desdicha,
se esconde en la injusta y necesaria democracia,
de pedir libertad ante un mundo que no descansa,
y continúan abatidos
al no mostrar la hermosura de la emancipación
que cabe entre sus paisajes de un Ecuador presente y feliz.
Y el caminante comprendió
que entre promesas el mundo se hundió;
y es mejor dejar a la demagogia
como facilitadora de una esperanza por ‘un mundo mejor’”.
María José López Muñoz

Una sombra vieja y dañina.


"Soñé con una sombra vieja y dañina,
soñé con el sufrimiento,
que causaste por tú acción,
y de haberte tenido en mi corazón;

Fuiste huésped,
por dos años en su interior,
con el objetivo de entender
¿Por qué te consideré mi amor?

Idolatrando tu porvenir,
amando tenerte junto a mí;
más un extraño eras
y fue tarde cuando realmente te conocí.

Y hoy soñé,
soñé que permanecías aun a mi vida,
pero para mi felicidad,
fue solo una pesadilla
de una sombra vieja y dañina." María José López Muñoz

miércoles, 13 de abril de 2011

Líneas, pluma y papel.


"Ausente entre líneas, una pluma y un papel,
Me encontraba caminando errante por un abismo color miel.
Sin fin las palabras tomaron su decisión,
de abandonarme sin compasión
y dejarme en ese dolor.

Y consternada desde esa soledad,
las palabras se volvieron a reencontrar;
sin olvidar que cada una,
otras palabras esconderán.

Dejaré que las palabras, se formen de olores,
los versos, en mágicos colores;
dejaré  que los cuentos se conviertan en flores,
los poemas en canciones
y las leyendas en razones.

Sin importar que de las líneas se conformen los recuerdos
y llenen pergaminos que guardan movimientos,
anhelantes de formar creaciones con las maravillosas coloraciones
y olvidando que de mil líneas la paz yacerá;
sin relegar que de ese papel la magia se encenderá.

Y ausente entre líneas, una pluma y un papel
tus recuerdos perecerán,
junto a la brisa se alejarán
y con el tiempo se olvidaran." María José López Muñoz

Mi Cariño. 1998


Este poema fue realizado en 1998 a la edad de 6 años. 

"La noche es oscura, pero tu corazón no;
me engañas en la noche y en el día no;
me respetas por los lunes y por los martes no,
pero con tú luz apreciada me enciende tu calor
por los días de mi amor preciento,
que mañana llegaré contemplando tu amor de el día,
espero que este sea el lugar adecuado para encontrarte
y para respetarte como si fueras mi novio,
Te adoro pero el cariño no es lo que cuenta,
lo que cuenta es lo que vale,
porque sin ti no tengo lo que es correcto.” María José López Muñoz

Lamento las faltas ortográficas, es un escrito textual.

Feliz Día Mamita Norma. 1999



Este poema fue realizado en 1999 a la edad de 7 años, por el Día de la Madre.

"Te quiero, como una rosa eres,
espero que no vajes nunca de un árbol.
Tu me isistes y espero que no me dejes nunca.
Madre te tengo de mi vida desde que más tu as estado a mi lado.
Eres como una mariposa en la ventana sentada que vigilas los pasos que doi aprendiendo a vivir la vida.” María José López Muñoz

Lamento las faltas ortográficas, es un escrito textual.

viernes, 8 de abril de 2011

Seda color blanco.



"Vestida de seda, color blanco
y en la iglesia  las mariposas a mi alrededor jugando,
los pájaros cantaban y el sol en su plenitud se encontraba;
caminando ante el altar,  mi corazón se regocijaba de dicha,
más, solamente la soledad merecía y era lo que iba devastando mi sonrisa.

Al llegar ante el altar…
“Soñaré con tus caricias que abandonan mi felicidad,
que cae al pie de los reclinatorios revestidos en ramos,
ante aquella imagen de nuestro Señor,
que perdonó nuestros pecados”;
fue la última frase que di al hombre que amaba.

Y despidiéndome de él corrí, haciendo a la brisa azotar mi piel,
pidiendo paciencia inmersa en amor,
y recibiendo lágrimas de no perdón
que atormentaban más mi dolor;
y cubriendo mis ojos ante un mundo injusto, escapé.

El tiempo a mi favor no estaba,
y el movimiento me negaba desaparecer,
escabulléndome entre la gente esperaba,
hasta poder entender
¿Cómo el amor se puede desvanecer?. 

Eran tiempos aquellos, en los cuales el amor era un privilegio;
eran tiempos elocuentes, en los cuales el habla era un misterio;
eran tiempos cerrados, en los cuales compartir era vedado
y eran tiempos de tiempos, que  se hacían eternos.

Llegué ante unas escaleras,
junto a ellas un corredor lleno de ideas;
más mis sentidos se convirtieron en gritos,
y sin previo aviso necesité sentarme para tomar un suspiro.

A la derecha de mi hombro se encontraba una ventana,
y mirando desde aquel lugar deseaba que el oxígeno se extraviara;
para que la explicación de indiscretos,
no molestara mis pensamientos.

Escuchaba las voces de decepción,
que marcaban a lo lejos sonidos de desesperación;
y al mirar de nuevo por la ventana para crearme una distracción,
tu silueta se dibujaba con el vapor de mi respiración;

Sin melodrama e inquietud, mis manos llegaron a mis oídos,
y soltando con dolor los aretes que me encantaban,
junto al anillo que representaba nuestro furtivo amor,
que yace en llamas el día de hoy.

Arrebatados de mis manos fueron mis pertenencias
por mis sentimientos llenos de aspereza
y fueron colocados a  lado de una biblia
que en la mesa se encontraba,
junto a un rosario de colores llenos de maravillas.

Eran tiempos aquellos, en los cuales el amor era un privilegio;
eran tiempos elocuentes, en los cuales el habla era un misterio;
eran tiempos cerrados, en los cuales compartir era vedado
y eran tiempos de tiempos que a la larga se hacían eternos.

De pronto las lágrimas caían,
cual gotas de lluvia en madrugada,
y se impregnaban en el maquillaje,
como un conjunto de resbalones llenos de heridas
convirtiéndose en despedidas.

Rogando con permanecer en tu memoria, desaparecí de aquel frívolo lugar,
ya terminando el día, lo único que quería, era no despertar,
para durar entre tus recuerdos,
como imágenes sin recelo,
y ames con ternura la sombra que de mi quedó.

Olvidando que a tú lado no pertenezco,
recordando lo mucho que me querías,
pero, la soledad dentro de mí se impregnó
y lo único coherente para ti,
no era lo que deseado por mi.

Eran tiempos aquellos, en los cuales amar con locura era ilegal;
eran tiempos insustanciales, de la sociedad no muy entrañables;
eran tiempos irreversibles, donde decisiones causaban daño entre civiles;
y eran tiempos en que al mirarte, me enamoraste.

Sin embargo, la decisión fue tomada;
la soledad ganó esta batalla
y arrebató mi decisión apresurada,
de ser feliz junto al hombre que yo pensé que amaba.

Sin piedad alguna,
todos curiosos ante mi disposición;
vestidos de gala esperando la ejecución;
más; yo vestida de seda color blanco aguardé en aquel calvario,
y continuaba sin entender ¿por qué el amor se desvaneció?.

Y en la ironía del enlace que me marcó, desaparecí;
dejando huellas al paso de los años donde aquel amor ya no vi;
gratitud siente mi corazón
por saber que fui parte de tú vida,
y hoy… continúo junto a mi soledad; donde soy infeliz hasta este día. " María José López Muñoz