“Mi mundo a surgido,
entre un nuevo ritmo;
y mi ser, su alma ha recibido,
en un suspiro.
Entre las ramas de lo prohibido,
mientras alguien entre un sonido
me habló de un espejo...
culpable en embelesar cualquier deseo
y guardarlo como si fuera un sueño.
Pero piadoso andante mi corazón,
fue en búsqueda sin razón
del espejo,
que fue mi decisión,
para amarlo sin condición.
Al momento... Todo surgió.
Y algo sonó en si,
algo se rompió,
cuando en sus ojos vi,
lo que tengo dentro de mi.
Un despertar de mis deseos,
un sendero sin recelos,
una fría mañana combinada con desvelos,
que fijamente al mirarlo,
entendí...
¡Qué soy yo su único Reflejo!
Y él..
¡Mi único Espejo!.“ María José López Muñoz
entre un nuevo ritmo;
y mi ser, su alma ha recibido,
en un suspiro.
Entre las ramas de lo prohibido,
mientras alguien entre un sonido
me habló de un espejo...
culpable en embelesar cualquier deseo
y guardarlo como si fuera un sueño.
Pero piadoso andante mi corazón,
fue en búsqueda sin razón
del espejo,
que fue mi decisión,
para amarlo sin condición.
Al momento... Todo surgió.
Y algo sonó en si,
algo se rompió,
cuando en sus ojos vi,
lo que tengo dentro de mi.
Un despertar de mis deseos,
un sendero sin recelos,
una fría mañana combinada con desvelos,
que fijamente al mirarlo,
entendí...
¡Qué soy yo su único Reflejo!
Y él..
¡Mi único Espejo!.“ María José López Muñoz