Crearé.

"Crearé ideas que solo tus ojos miren, crearé mariposas el tu estómago cuyas alas te toquen y nunca de mi te olvides y jamas te alejes o desaparezcas de mi, crearé alianzas entre nuestros colores y crearé un sentimiento inmortal que se combertirá en algo tan puro y real hasta nuestro final." María José López Muñoz

Suicidio.

"Silencio que inunda mi alma 
y que desemboca en mi corazón, 
te apiadas de mi dolor 
y consumes mi energía, 
me impides decaer, 
pero aun así tratas de que fallezca, 
tanto mental como existencial, 
me iluminas con tu ilusión de paz 
y sin embargo marcas mi vacío existencial 
con tú imagen de soledad; 
tratas de complementar mi futuro, 
pero no te permito continuar, 
puesto que el miedo domina mis sentidos, 
impidiéndome seguir 
y me dejas en esta ansiedad 
de no querer respirar jamás; 
pero pasiva en una agonía sin piedad, 
pregunto el ¿por qué de tú antagónica verdad? 
y compadeces mi realidad con una respuesta 
que rinde cuentas al más allá." María José López Muñoz 

Adios.

"Por tanto amarte, marchitaste ante mis ojos y me olvide de revivir la sensación que fue verte junto a mí, y ahora yace mi miedo junto a la soledad que emana la tristeza, por tanto amarte me olvide de mi y por tanto olvidarte, me perdí dejos de ti." María José López Muñoz

Complemento.

"Sosiegamente apareces como un sueño y en aquel momento desearía solo detener el tiempo y mirar el pasado que fue un tormento; si pudiera dedicar esos alegres recuerdos a la historia que nos marco en el tiempo, aquella amistad que fue más que un sentimiento, un apoyo incondicional en toda angustia y soledad de mis miedos; perduraría sonoramente mi sonrisa y sabría que esa amistad nunca se perdería; pero lamentablemente me encuentro sollozando por tratar que para mí, tú seas algo superfluo y por más que lo intento se me es imposible lograr prescindir tu silencio." María José López Muñoz

Ángel de la Guarda.

Cuenta una leyenda de una estrellita, muy pequeñita y brillante. Todos la llamaban Rojita, por su color tan peculiar. Todos creían en ella, por ser la primera en aparecer en plena noche. Todos pedias sus deseos y sueños a Rojita, por tener esa magia tan misteriosa, de hacerlos realidad. Una noche como otra, una niña le pide un deseo tan extraño que confundía a Rojita. En ese deseo la pequeña niña le pedía que le dé un Ángel de la guarda, le mando un beso a estrellita y con una sonrisa que abarca hasta el mismo sol, se marcho. 
La estrellita busco y busco, y no encontró a ningún Ángel para ella. A lo contrario le dio un ser a quien llamaría mejor amigo. Pero, ese no era lo que ella le pedía y era la primera vez, en no hacer un sueño en realidad. La estrellita se entristeció y dejo de brillar en el manto negro de la noche, comenzó a perder su color y por más que las personas la buscaban ella en silencio se quedaba. Poco a poco su brillo se perdía y poco a poco las personas ya no creían en ella. 

Pasaron los años y en una noche. Rojita tan triste y apagada, escucha de nuevo una voz que la llamaba, pero esta vez esa voz tan dulce era conocida:

            -Rojita, Rojita, aparece de una vez, he pasado buscándote pero nunca te veo en el cielo. Quería agradecerte por mi sueño cumplir, te pedí un Ángel y me diste el mejor. Gracias de nuevo y espero verte hermosa como la última vez que te vi.

La estrellita confundida pero feliz por el mensaje, se asoma a ver y ve aquella niña convertida ya en mujer, junto a ella estaba ese ser que la estrellita le dio y se dio cuenta de que los ángeles no necesitan alas, porque una Ángel es aquel que te cuida, te brinda su amor, es tu equilibrio, es tu vida y es sin importar las circunstancias, tu amigo. Entonces la estrellita anonadada se quedo y feliz su color apareció y entendió que ese Ángel tiene nombre y es mejor amigo. Después de ese día la estrellita volvió a creer en ella, a querer cumplir mas deseos y volvió a brillar con la misma magia de antes y las personas volvieron a verla en lo más alto de la oscuridad y a pedir sus deseos, pero con una diferencia, jamás se volverá a apagar.. Fin.

María José López Muñoz

For you!

Qué imagen proyecta su vida, ante mis ojos repletos de lagrimas; y sobre aquella almohada que percibe mi dolor por saber que ya son 7 años desde que sus ojitos cerraron para convertirse en mi sol y recuerdo lo que una vez fue tenerla entre mis brazos y demostrarle mi amor. Corriendo entre mis venas esta la tinta que se la dedico, pero cada día me despierto con el sentimiento de impotencia, porque no es suficiente para demostrarle que amo ser su nieta y gratifico mi semejanza entre nuestras almas incompletas.

Mi vida le hubiese entregado si de mi hubiese consignado, aunque nunca hubo un ángel encaminado a vivir en medio de los mortales y no hubo un castigo tan magno para alejarla de los seres que la añoran y velan por su falta en nuestros hogares.

Su reflejo se halla inmerso en el cielo, en la luz, en el agua y en mi vida; y la extraño con una profunda melancolía, porque es devastador no poder sentir su amor y rememoro los días de mi niñez, los domingos en su casa y a mi abuelito silbando en su banca; rememoro su sonrisa, su imagen y su piel tan delicada, rememoro su figura, su coqueta e importante vanidad que enloquecía a mi abuelito y nos fascinaba a nosotros sus nietos y sin olvidar su sentido del humor tan gracioso y perfecto.

Pero yace mi miedo por su ausencia y envuelta en un clandestino recuerdo no hay día que no la memorice y no hay día que me imagine su hermosa silueta con su carita de coqueta sentada en ese sillón y observando el lumbral al momento de mi presencia al entrar en su comedor; pero ahora la tengo junto en mi, con su reloj y su peluche que con tanto amor permanecerán cuidados por mi corazón. La extraño con tanta angustia, impotencia y dolor, pero se que junto a la virgencita está feliz y llena de pasión porque nos tiene muy pendientes siempre en su alma repleta de ternura y amor. La Amo y nunca dejare de hacerlo y le doy las gracias por ser mi ángel, mi ejemplo y por tener su forma de ser tan gentil y llena de usted. La Amo mi abuelita, mi

ELVITA ORFELINA BALCAZAR CÓRDOVA.. La Extraño tanto mi abuelita..